Siempre es la primera vez

Siempre es la primera vez que ves a tu madre, siempre la primera vez que te dan la mano, siempre es nuevo el camino que has recorrido tantas veces, toda respiración es tu primer y último aliento en este mundo, porque el mundo que habitas no existía hace un momento y no perdurará hasta el instante siguiente. Está naciendo continuamente y tú con él. Es una ilusión darle consistencia en el tiempo a una sucesión de instantáneas particulares.  

Somos el henchido de una vela por soplo del tiempo, si dejara de soplar dejaríamos de ser. De niño me fascinaba la naturaleza de la velocidad como capacidad de dejar de estar en un sitio, la cantidad de no estar. Somos velocidad del tiempo, estamos siempre dejando de ser. Nacemos en cada instante. Respira cada momento cada nuevo mundo.