Esperanza en el ahora

Decir que la iluminación, la sabiduría, está en la ausencia de deseo parece tener la forma de una renunciada conformidad blanda. Un llamamiento a la indolencia, desidia, pasotismo, ausencia de proyectos y de esperanza. Una vida gris e indiferente, sin pasión, sin emoción, sin sueños.

No es eso. 

No se trata de no tener deseos, se trata de no tener decepciones ni triunfos, de no vivir para los resultados, sino volcar completamente el corazón en el ahora. Es no querer tener razón, no querer ganar, no estar ni a favor ni en contra, no tener opiniones, ni victorias ni derrotas.  Nada más intenso, mas deliberado, más auténtico que vivir el ahora sin los filtros y máscaras del pasado y del futuro. 

La esperanza es huir del ahora, lo único que se puede vivir. Es la esperanza la que es una renuncia. Renuncia a lo que es por lo que imaginamos que queremos que sea, o lo que una vez en el pasado quisimos que fuera el futuro. ¿No es locura? ¿Puedes tener esperanza en el pasado?¿Qué te hace creer que puedes cambiar el futuro más de lo que puedes cambiar el pasado?¿Cuántas veces has intentado no haber hecho algo con la misma pasión con lo que imaginas que harás algo?¿Cómo puede cambiar el futuro lo mismo que lo produce, a la vez que lo produce? 

Lo mejor de tus proyectos y sueños es lo que haces ahora por ellos. Si siempre es presente nunca hay decepción. No hay nada que cambiar, y está todo haciéndose. Ahora.  Ten esperanza en el ahora.