Ser caleidoscópico

Amigo insectito, te sorprendió que me acercara a fotografiarte y te volviste para mirarme. 

En ese instante largo que nos miramos sorprendidos de nuestras mutuas formas me hiciste caleidoscópico, hicimos de Marilyn y Warhol allí mismo. Al mirarnos nos descubrimos de repente una misma naturaleza única, espontánea, mágica, imprevisible, milagrosa, armoniosa, libre, alegre, y completa. 

Ninguno de los que viste era yo, ni yo soy ninguno de los que viste. Ni la luz viajó entre nosotros porque no había nosotros, éramos un mismo vacío atravesado por la luz, sin distancia, sin diferencias, desde siempre, desde antes de la primera estrella, ya éramos caleidoscopio.