Inspiración, expiración y un sueño
Inspiración y espiración, aliento como sinónimo de vida, del mismo ser. Para un aprendiz del yoga la respiración es una amiga, un ancla al presente, siempre presente mientras tengamos vida. Tan consciente como inconsciente. Este aprendiz del camino también se ancla en el ser con el latido del corazón, normalmente del propio, también el ajeno, recuerdo del latido del corazón de la madre, antes y después de nacer. También soy amigo de la respiración ajena. Sé que hace milenios que los humanos han aprendido a sacar sonidos del aliento, modulando el aire obligándolo a seguir caminos tortuosos, vibrantes y difíciles como domadores de circo. Pero prefiero su respiración libre, su pleno ser amigo del silencio. Cuando abrazo estoy atento a esos arrullos del corazón y del aire. Me dicen todo lo que necesito. Espirar el último aliento es expirar, morir. Morirse en un increíble reflexivo gramatical, es fascinante que uno se muera a sí mismo. Es homéricamente trágico que seamos ajenos ...